El día que Muky llegó a mi vida

Para contar esta historia he de remontarme 4 años atrás.

Muky llegó a mi vida el 10 de enero del 2022, un frío invierno, aunque con el calentamiento global mucho frío no hacía.

Recuerdo el primer contacto que tuve con él, recuerdo que le hacía más caso a mi pareja que a mi y recuerdo el primer día que entró a casa como si fuera ayer.

Para contar esta historia tendremos que adentrarnos un poco en el contexto que envolvía mi vida en enero de 2022 y descubrir porqué compré a Muky en vez de adoptar un perrito que lo necesitara más.

Mi vida en la Post- Pandemia

Ya había pasado casi dos años de la pandemia, me quedé sin trabajo y tenía mucho tiempo libre para dedicarme a otras cosas como a la idea de crear Mukeando.

En mi caso no fue querer tener un perro por que había pasado una pandemia, que si no lo sabes, en el 2020 con la pandemia de la COVID, entró el furor a la gente de querer tener un perro para salir a la calle en caso de confinamiento.

Le había propuesto a mi pareja mucho antes del COVID tener un perro. Mi pareja era reticente a tener una mascota y mucho menos un perro. Nunca había tenido perro y la idea no le hacía mucha gracia. Lo curioso es que fue mi pareja la que dijo el SI QUIERO con Muky.

Antes de que llegara Muky a nuestras vidas, yo andaba buscando un perro en protectoras, perreras y asociaciones que se dedican a rescatar animales.

Mi idea era adoptar NO COMPRAR.

Una adopción que no llegaba.

Buscábamos un perro con unas características concretas.

Que fuera pequeño de tamaño y edad, y que no soltara pelo.

Sé que mucha gente pensará que es egoísta buscar un tipo concreto de perro con tanta necesidad que hay, y lo entiendo, un poco egoísta si que es, pero cada familia tiene sus limitaciones en cuanto a tener mascotas.  

Lo importante es conectar con tu perro y que el perro conecte contigo, es como ese flechazo a primera vista que en mi caso no tuve con Muky pero mi pareja sí.

Estuve dos años buscando perro en protectoras con características similares a las que buscábamos, de vez en cuando salía alguno pero mi pareja ponía freno.

Si sumamos que mi pareja no es amante de los animales y que la idea de tener perro no le hacía gracia pues la ecuación de encontrar un perro con esas características se complicaba.

Tiré la toalla, no había manera de encontrar un perro para adoptar que le agradara a mi pareja, a mí por el contrario, me gustan todos los perros.

La tienda de animales del horror.

En nuestra familia había un perrito, un schnauzer sal pimenta que es de mi cuñada.

Mi pareja había tenido relación con el perrito de la familia y le encantaban los schnauzer y más sabiendo que son pequeños, de carácter noble y que no sueltan pelo.

Entre los dos años de búsqueda allá por el 2021, en febrero, decidimos ir a ver un cachorro schnauzer que había nacido, no sabemos donde, pero que lo exponían en una tienda de animales.

En aquella época los perros se podían exponer como si fueran artículos de compra, un producto más.

Yo tuve que tragarme mi orgullo de “pseudoanimalista”, porque si fuera animalista, ni siquiera me habría planteado comprar un perro. Así que fuimos a ver una camada de perritos schnauzer.

Aquella experiencia me traumatizó, fuimos a la tienda del horror, donde morían los cachorritos, pero ahora no quiero contarte esta historia porque es muy desagradable, te la contaré más adelante en la TIENDA DEL HORROR”

Tras aquella experiencia en la que me traumaticé, decidí NO COMPRAR UN PERRO.

La adopción no era viable para mi pareja porque no encontrábamos un perrito.

Desistí en tener un perro.

El acuerdo con mi pareja no llegaba.

Durante toda la búsqueda no me ponía de acuerdo con mi pareja para encontrar un perrito.

Ya ni miraba en protectoras, ni tampoco en tiendas ni en internet para buscar un schnauzer.

Además recuerdo que tras el COVID, el precio por el que vendían los perros de raza se triplico, y hasta la fecha en algunas razas se sigue manteniendo el mismo precio y en otras ha bajado.

La polémica o el debate de si COMPRAR o ADOPTAR da mucho de que hablar y tal vez hablemos en otro post de este tema.

Cumpleaños y Muky.

Pensarás que mi pareja me compró a Muky como regalo de cumpleaños, que horror si fuera sido así.

En enero del 2022 comenzamos de nuevo a buscar perritos sin prisa, sin agobio de querer tener uno, como si surgía pues surgía.

Comencé de nuevo a mirar por protectoras por si encontraba un peludito que nos enamorara.

Un día andando por nuestro barrio, vimos una tienda de animales que nunca habíamos visto, cuando no tienes animales no te fijas en tiendas de animales.

Decidimos entrar, y allí estaba Muky.

La primera vez que vimos a Muky tras una vitrina.

Muky estaba en una vitrina, como si fuera una batidora o un peluche en venta. Me horrorizo de pensar que entré a este tipo de tiendas. Hoy en día no lo haría ni volvería a comprar otro perro o cualquier animal.

La tienda era minúscula, olía a pipi y caca de perro ya que tenían más animales. La dueña de la tienda era bastante impresentable, con unas ganas de vender animales que parecía una loca.

Entramos mi pareja y yo, vimos un caniche en una vitrina dormido que ni se movía, supongo que de tristeza, y vimos a Muky.

¡Coño un schnauzer como el de mi cuñada!

A diferencia del de mi cuñada Muky es de color negro y blanco.

Muky estaba activo y nos restregaba la pata por el cristal.

Al ver nuestra cara, la dueña de la tienda rápidamente lo cogió para enseñárnoslo y que lo cogiéramos, supongo que una táctica de venta.

Al cogerlo la dueña lo soltó en el suelo y Muky se puso a correr como un loco.

Por aquel entonces tenía tres meses.

Mi reacción fue la de observarlo porque ya veníamos de la TIENDA DEL HORROR en la que nos intentaron vender un perrito seguramente enfermo.

Mi pareja por el contrario en cuanto que se acercó Muky, lo cogió en brazos y se produjo el flechazo.

- ¡Es este el que quiero!

Yo me quedé estupefacto al oír aquellas palabras de mi pareja.

Muky no hacía más que lamerle, estaba tan contento que pareciera que realmente estaba hecho para nosotros, pero esto son observaciones muy subjetivas que se dan con la emoción y no con la razón.

- ¡Nos lo llevamos ya!

¿Cómo?

¿Después de estar dos años buscando perritos para adoptar, mirando en tiendas para comprar y por fin hemos encontrado nuestro perro?

Dije que no.

Mi negación de comprar a Muky.

Muky no se vino con nosotros aquel día en el que se produjo el flechazo, que más que conmigo, lo tuvo con mi pareja.

Yo tuve la sangre fría de decir que no.

Yo que era el que quería tener un perro, yo era el que estaba buscando un perrito y me hice muy pesado con tener un perro.

Yo que no hacía más que meter un poquito de presión a mi pareja para tener un perro.

Yo dije que no.

No quise dejarme llevar por la emoción.

En aquel momento también me lo hubiera llevado, pero quería tiempo para pensar y hablar con mi pareja y no dejarme llevar por la insistencia de la dueña de la tienda que no hacía más que decirnos que el perro volaba si no nos lo llevamos, que diéramos una paga y señal para reservarlo.

¿Una paga y señal? ¿Qué el perro volaba? ¿Porqué tanta insistencia en que no lo lleváramos?

Mi tiempo para razonar.

Puse mi cabeza a pensar sobre esta situación, que para algo la tenemos.

La dueña insistía mucho en que no lo lleváramos, ¿tal vez estaba enfermo y quería deshacerse de él? Esto me pasaba por la cabeza por mi trauma en la tienda de los horrores.

Tal vez tanta insistencia venía porque el perro cada día que pasaba se hacía más grande y cuanto más crecen, más difícil es que la gente compre un cachorro.

Luego pensé en la reacción de mi pareja. ¿Cómo había tenido un flechazo tan fuerte con aquel perrito?

Luego analicé de nuevo la tienda, olía a pipi y caca de perro, puede que en esas circunstancias el perrito estuviera malo o enfermo.

Después pensé en el precio nos vendía el perrito por 950 euros, ¿Cuánto vale un schnauzer? Me puse a ver precios de perros y me puse más triste y enfurecido.

Que pena tener que comprar un perro con tanta necesidad que hay.

Y he ahí una de las causas de fondo por las que Muky no vino, yo no quería comprar.

Mierda, regalo de cumpleaños.

A Muky lo compramos unos días antes de mi cumpleaños y no fue como regalo, fue la casualidad de que lo encontramos en aquella tienda pestosa.

Tras una semana y media de hablar con mi pareja yo dije que no, que Muky no entraba en nuestra casa, me negaba a comprar un perro, que no iba a pagar por tener un perro.

Mi pareja seguía con aquel flechazo de primera vista que tuvo con Muky y me dijo

- Si no lo quieres comprar, lo compro yo para tu cumpleaños.

Está claro que mi pareja muy muy muy animalista no es, por lo menos en aquellos tiempos, porque tras tener a Muky, un poquito de conciencia animal si que tiene.

Tras pensarlo le dije que sí, pero que me dejara regatear con la tienda, me parecía una barbaridad lo que hacían y lo que cobraban.

Aún me sentí peor haciendo el regateo, pero es que veía a la dueña de la tienda como un demonio, me daba tan mala vibración que por un lado pensé también que sacar de ahí a Muky sería algo bueno para él, que a fin de cuentas, los animales no tienen culpa de que se haga negocio con ellos.

Sabía que aceptaría el regateo y conseguí rebajar la condena de Muky porque desde que nació, seguramente ya estaba concebido para la venta, a veces me preguntó quien sería la madre y me pongo en lo peor.

Muky forma parte de nuestras vidas.

A día de hoy, no me arrepiento para nada en haberlo comprado, bueno un poquito sí, aun me sigue un poco de cargo de conciencia, sobre todo cuando voy al parque y veo a perritos adoptados que son una monada.

Cada perro llega a su familia de una forma diferente y así ha sido la mía, puede haber sido mejor o peor, pero así ha sido y así te la he contado.

Eso sí, puede que en un futuro no compre ningún perro más, pero tras conocer a los schnauzer puede que si el día que falte Muky quiera tener otro igual, o tal vez quiera adoptar un perrito, sea como sea, no lo sé aún.

Gracias si has llegado hasta aquí.

Me encantaría leer como llegó tu perro o tu mascota a tu familia. 

¿Quieres ver algo divertido y que está arrasando en el mundo perruni?

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